¿Sabías que el almacenamiento inadecuado puede arruinar tus uniformes? Aprende las claves para guardar tus prendas corporativas de forma que conserven su forma, color y calidad. ¡La inversión de tu empresa lo agradecerá!


En Diseño estratégico, nos enorgullece crear uniformes que no solo visten a tus colaboradores con estilo y profesionalismo, sino que también están diseñados para durar. Sin embargo, la durabilidad de una prenda no depende solo de su fabricación, sino también de cómo la cuidamos y, fundamentalmente, de cómo la almacenamos.

Un almacenamiento incorrecto puede causar arrugas permanentes, deformaciones, decoloración e incluso daños por humedad o plagas. Para asegurar que tus uniformes corporativos mantengan su impecable estado y la inversión de tu empresa esté protegida, considera estos consejos esenciales:

  • Limpieza ante todo: Nunca guardes un uniforme sucio, sudado o manchado. La suciedad puede atraer plagas y las manchas se fijarán con el tiempo. Asegúrate de que las prendas estén completamente limpias y secas antes de guardarlas.
  • Usa perchas adecuadas:
    • Para chaquetas, sacos y blazers: Utiliza perchas anchas de madera o plástico moldeado que soporten el peso de la prenda y mantengan la forma de los hombros. Evita las perchas de alambre, ya que deforman las prendas.
    • Para pantalones y faldas: Opta por perchas con pinzas acolchadas o con barras antideslizantes para evitar que se deslicen y se arruguen.
  • Dobla cuidadosamente las prendas que lo requieran: Uniformes de punto, camisetas polo o prendas muy pesadas pueden estirarse en perchas. Dóblalos siguiendo las líneas naturales de la prenda y guárdalos en cajones o estantes. Evita amontonar para prevenir arrugas y la presión excesiva.
  • Espacio y ventilación: No amontones los uniformes en el armario. Permite que circule el aire entre las prendas para evitar la acumulación de humedad y malos olores. Un armario ventilado es clave.
  • Protección contra el polvo y la luz: Si vas a guardar uniformes por un periodo prolongado (por ejemplo, cambios de temporada o uniformes de repuesto), utiliza fundas de tela transpirable. Evita las bolsas de plástico, que pueden atrapar la humedad. Mantén los uniformes alejados de la luz solar directa para prevenir la decoloración.
  • Control de humedad y plagas: En climas húmedos, considera usar deshumidificadores o bolsitas de gel de sílice en el armario. Para proteger contra polillas y otros insectos, puedes usar bolas de cedro o bolsitas de lavanda, evitando productos químicos fuertes directamente sobre la ropa.

Un uniforme bien almacenado es un uniforme listo para proyectar la imagen de tu empresa. Al cuidar tus dotaciones, no solo preservas una inversión, sino que también refuerzas el compromiso de tu marca con la excelencia y la atención al detalle.

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